viernes, mayo 11, 2007

Gacetilla. (Hallazgo arqueológico)

Fragmentos de una gacetilla hallada en un galeón hundido del Siglo XVII en los mares frijoleses.













2/05/07
Sobre el paseo desoxirriboso andante
El Espíritu Muajajesco recibe ún disparo de aguijón. Huye masticando aire de verano decantado, sobre rieles encerados de rutina vertiginosa, tragando viento que sabe a puerro y a asfalto. Tirando y [ Esta borroneado. Pareciera decir algo como jalando, o empujando ] de la manija de la zorra diaria, sin poder detenerse en las estaciones sedadas y bucolicas, desde donde paisanos miran con ojos lentos su absurda carrera contra... ni él lo sabe.
-A lo lejos suena música - oigo decir a uno de los polizontes que cuelgan de la defensa trasera. Quizás se trate de la última obra para quinteto de patovicas.
El Espíritu Muajajesco sangra. -Muajajá-, ríe y sangra. "Espíritu Muajajesco, obtuviste tu merecido; siempre queriendo llamar la atención". -Muajajá... ¿qué es lo que meresco? ¿y quién va a determinarlo? ¿El Asdak? Yo no pretendo llamar la atención. Yo la llamo; y viene.-
El Espíritu Muajajesco mira su herida y sonríe con ironía y dolor; aguijón de avispa. Una abeja se habría inmolado, hundiendo su aguijón... y yo, muerto. -Muajajá; abejas, insectos con honor. Avispas... [ Falta un pedazo ]
7/05/07
Sobre los gigantes
Deja que hable de los gigantes marinos,
que yacen en lechos de coral,
hundidos en sus promesas oceánicas de plenitud,
detrás de donde éstas rompen;
olas contra lo real.

Deja que hable de los gigantes de fuego,
o de esas cenizas de nieve,
en donde antes flameó el ardor de sus palabras,
que se apagaron bajo la helada,
como quienes las esgrimían.

¿Me dejas hablar de los gigantes de roca,
de los cuales solo huellas,
quedan, hendidas tras su macizo andar,
sobre los senderos de carne;
nosotros?

¿Dónde están, mis gigantes?
Los diminutos avanzan;
-Gulliver terminó yahoo-.
¿Dónde, dónde están?

Dejé todo por seguirlos,
más allá del crepúsculo de pinos azules.
No pudiendo igualar sus zancadas,
la noche me emboscó a la intemperie;
debí dormír sobre la nieve.

Y desperté. Enfermo.
Quemé los pinos para lograr calor.
Ardieron los testigos de su destino, gigantes.
¿A dónde fueron?
¿Volverán, gigantes?
10/05/07
Sobre la falencia de nutrientes
¿Como evitar el escorbuto animico? La humilde vianda de sonrisas no basta para toda una mañana, un día, una vida. El Ántidoto está en la tierra, en el campo.
Vayamos al campo, al camposanto. Con la oz y la guadaña, araremos tumbas, cultivaremos muertos y quien sabe que habrá en tiempo de cosecha; fertilidad posmortem. Matar, matar para dar vida, a algo, lo que sea, ahí abajo.
Gaya, Pachamama, devuelvanme algo. Yo regaré, con el agua salada de los ojos, vertiente de tristeza y desamparo...

El resto del texto no fue hallado.