domingo, abril 15, 2007

Teoría teatral. Hoy: argumentando ante la escasés de elementos.

(Una calle)

Miguel 2: Hola, ¿como va?
Miguel 1: Bien, todo bien. ¿Vos?
Miguel 2: Todo bien.

(Silencio. Cruce de miradas en voz baja. Silencio)

Miguel 1: Che, ¿y a dónde ibas?
Miguel 2: ¿Yo?
Miguel 1: Si, vos.
Miguel 2: (con desconfianza) ¿por qué?
Miguel 1: (anonadado) ¿por qué que?
Miguel 2: (exasperado) ¿por qué querés saber?
Miguel 1: (indignado) Nada, che, solo te preguntaba. ¿Tan grave es?
Miguel 2: (un poco mas tranquilo) No, es que... me tengo que cuidar. Disculpame, no es con vos.
Miguel 1: No, todo bien...

(Silencio. Cruze de miradas en voz alta. Silencio)

Miguel 2: (Observa alrededor con paranoia durante 10 segundos. Finalmente habla con aire solemne y casi susurrando) Estoy yendo a la caza del uranio.
Miguel 1: (despreocupado) ¿En serio?
Miguel 2: (descolocado) Si. ¿Por qué?
Miguel 1: Jajaja, que casualidad.
Miguel 2: (preocupado, irritándose gradualmente) ¿casualidad?, ¿qué?.
Miguel 1: Nada, que después de tanto tiempo sin vernos, ahora te encuentro y resulta que los dos... jajaja. Igual tené cuidado. El Huraño puede ser impredecible; quizás hasta peligroso.
Miguel 2: (ya con total desconfianza. Como quién se da cuenta que cayó en una trampa) ¿Qué?, ¿los dos qué?. ¡Hablá!
Miguel 1: (Inocente. Sin notar la actitud de Miguel). Es solo que... Yo también estaba yendo a la casa del Huraño.
Miguel 2: ¡Felón! ¡Hipócrita! ¡Embustero! ¿Es eso verdad?
Miguel 1: (Sin comprender) ¿Mmmm?
Miguel 2: ¡Querés sacarme del medio! !Querés quedarte con el uranio para vos solo¡
Miguel 1: (Como quien descubre la verdad de la milanesa, pero a la napolitana) ¡Ahhhhh! No sabía que te importaba tanto. Perdón, no quería interferir en tus... mmm... asuntos, con el Huraño.
Miguel 2: ¡ES MÍO! No me lo vas a sacar. MÍO. EL URANIO ES TODO MÍO.

(Le asesta un golpe en la nuca a Miguel 1 con un pico minero, matándolo en el acto)

Miguel 2: (Serenándose. Al cadaver de Miguel) Fisgón, entrometido, traidor. Querías mi uranio. Siempre fuiste un envidioso. (Le asesta otro golpe con la punta del pico, esta vez incándoselo en el bajo vientre).

(entra el Huraño)

Huraño: (siempre con malos modos, hosco; huraño) ¿Qué es todo este escándalo?

(entra un policía. No interviene, solo escucha)

Miguel 2: ¡El quería robar el uranio!
Huraño: (un tanto preocupado) ¿Me quería robar?
Miguel 2: (amenazándolo con el pico) ¿QUÉ? ¿VOS TENÉS EL URANIO?
Huraño: (sin comprender demasiado) Yo SOY el Huraño.
Miguel 2: ¡¿Ah, si?! ¡Y yo soy el tegnesio!

(el policía se saca la gorra, se limpia la transpiración, y se la vuelve a calzar (la gorra))

Huraño: (irónico) Hola, Sr. Tegnesio.
Miguel 2: (Totalmente sacado) ¡Basta de trucos! ¿Donde está el uranio?
Huraño: Acá. Delante suyo.
Miguel 2: ¿Eh ?¿Dónde?... ¡¿Te lo tragaste para que no me lo lleve, verdad?! ¡¿VERDAD?! ¡Te voy a abrir ya mismo hijo de puta!

(miguel le asesta un golpe de pico en la cara al Huraño. Luego le abre el estómago con la misma herramienta, y no encuentra mas que tripas, sangre y una manzana sin digerir)
(Se acerca el policía).

Policía: ¿Qué pasa acá? ¿Por qué mató a estos hombres?
Miguel 2: (Con aire solemne, pero perseguido, culposo) Verá oficial: éste de acá era Miguel. El trató de robar el uranio.
Policía: (incisivo) ¿Trataba de robar al Huraño?
Miguel 2: Así es. (Con culpa) Y a éste lo maté porque se comió el uranio.
Policía: (con estupor) ¿El Huraño se comió al Huraño? (Con júbilo) ¡Acabó usted con un vil asaltante y con un canibal! ¡Lo haré condecorar ahora mismo!


Fin

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

BUENISIMO MATI!!!!

Espero ansiosa tu libroooo!!!

Nos vemos en la facu!!

7:33 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

eso pasa por hablar como el orto y pronunciar la ñ como ni
asi que quizas si se merecian la muerte miguel 1 y el huraño

7:36 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Cuánto dramatismo químico!
Ya tengo interné!

10:36 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

!!

buenísimo

2:44 p. m.  
Blogger Jimena Gale said...

y así, en el mundo nos vamos desarrollando enrollado de malos entendidos, como si no fueran suficientes los malos entendidos que nos hacen creer los bien entendidos, para que nos enrollemos.

4:07 p. m.  

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