sábado, marzo 24, 2007

Cats in the cradle and the silver spoon

"It'll be the kiss by which all others will be judged." Corazones en Atlantida. S. King

Acá abajo. Las plumas ardieron, lejos; abajo, ahora abajo, en el pozo. La niña me sonríe nuevamente. Hola, hermosa... pero vos estás arriba. Niña, sos sólo una sombra de aquella.
Ya no hay colores; el rojo, y todos los demás... falsos. Mentirosos, nunca se trató de ustedes. Embusteros.
Todo es distinto sentado en el córdon de una vereda en una calle anónima. Sean, gatos, mis testigos. Vean la piedra del santuario profano, escupida y orinada en donde vuelvo a renovar mis votos, despues de tanto tiempo... ¿para qué? Mi instrumento calla y mi arco ya no tiene a quien jurar o servir.
Intento suicidarme con una birome y un pedazo de papel, aunque sea un boleto viejo en un bolsillo. La tinta sólo me tortura, más no me lleva. ¡Llevenme! Éste boleto caducó, no podría viajar con él.
Niña, sonreime aunque sea una vez más, aunque seas sólo una sombra.
Niña principio del camino perdido, del primer error, de donde me extravié, por favor.
Niña... nena... la amo: ¡amo esa sombra!. Ya no me queda nada para ofrecer o tributar. Prostituí mis lágrimas por unas monedas, el hambre de mis anelos por un poco de pan duro. Tus improntas se las comió el fuego, y las cenizas fueron del viento. ¿Aceptarías un poco de sangre podrida, de víceras corrompidas o de esta piel escamosa y reseca? Tomala, cubrite del viento. Tus cenizas no le pertenecen.