martes, julio 10, 2007

Nieve en Baires, Sol en Moscou

Si, salgamos a festejar el fin del mundo. Nieva, y la pudredumbre queda enterrada, latente, bajo la escarcha. Todos escondemos algo de mugre debajo de la alfombra de hielo.

¿Todavía creés en la primavera, despues de tanta nieve roja?
El recuerdo de tus cosquillas se la rebusca para desenterrarse y sacudirse los copos de la nevisca, junto con tus lunares; constelaciones sobre tu piel, referencias sobre el cuerpo nevado... tantos signos, tantos.
Ayer descubrí una verdad que no difunden los noticieros, estadísticas tapadas por el I.N.D.E.C.: sabemos más nombres de personas que de animales, y menos aún de plantas. Nunca nos detenemos a pensar en estas cosas: nimiedades. Es horrorizante; Míuu y las hierbas avanzan.
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1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Muy buenooooo...No sé si creo en la primavera, lo que sí sé es que necesito creer en ella...

9:12 p. m.  

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