martes, julio 31, 2007

Tragedia posmoderna

¡Oh, espléndidas ninfas! Unan sus voces, intenten despertarlo. El pereció, y una gran desgracia se cierne sobre todos nosotros. Quien sabe cuantos secretos calló, cuantas verdades se llevó a su tumba. ¡Hades, de tremendo poder y sabiduría, liberalo, dejalo que diga lo que sabe y luego tomalo de regreso! La autopsia del cuerpo de la blanca dama determinó su culpa en el fatal descenlace. Tal vez fuera el peso de tantos secretos y conocimientos: repertorios enteros de todos los confines del mundo, magníficas pinturas, miles de recuerdos nítidos y unos pocos pixelados, composiciones inéditas, diálogos, vidas, fechas...
Boticarios, alquimistas y oráculos de @polo intentan revivirlo, o al menos invocarlo para que deje el legado de sus memorias y saberes; pueda entonces sumergirse en las calmas aguas del Leteo y olvidar tanto, liberarse.

El disco rígido se volvió eremita y calla. Solo tenemos back up de su silencio

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Cuando terminaba de leer esto por alguna razón, en las últimas líneas, sentí perfume a flores, flores blancas. era perfume a jazmin, sí.

6:55 p. m.  

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