jueves, agosto 02, 2007

Usted está aquí

Volante sin fines de lucro, o valor comercial. Prohibido arrojar en la vía púbica. Ley Nº 260.

¿Quiere subir por las telarañas de la irrealidad, pero las suelas de sus zapatos de duende están clavadas? ¿Se da cuenta de que todo se inunda rapidamente acá abajo?, ¿percibe el deshielo?
¡No se preocupe más! ¡Nosotros tenemos una oferta a su desmedida!
Para contactarnos tendrá que atravesar bosques de árboles de plástico cubiertos con bolsas de nylon translúcido celeste. Verá luego que en realidad, son camas de hospital parádas, como totems embolsados y embalsamados. Los zumbidos fantasmagoricos de las bolsas contra sus cuerpos lo acompañarán el resto del viaje; sea paciente.
No se deje persuadir por los aullidos dodecafónicos ni los paisajes y cielos expresionistas. Sentirá que camina en círculos, pero en realidad se trata de una espiral ascendente. Sienta que avanza; no desista ni maldiga el haber emprendido el viaje, puesto que ya está ahí y no le será de utilidad.
No ingiera aquellos frutos ultravioletas que crecen a los costados del sendero, por mas tentadores que parezcan; podría enfermarse de surrealismo y extraviarse; o contraer cubismo y ya no habría ni adelantes ni atrases, ni arribas o abajos. Y si no fuera atendido a tiempo, entraría en la fase abstracionista, un coma 4 de formas y corpúsculos geométricos, irreversible.
Continúe, pase lo que pase. Recuerde las lecciones del doctor Muajajestov y procure no minimizar ni desatender ninguna señal o se sentirá desorientado y perdido. El equipo de rescate se oxidó en aguas atlánticas.
Su barba crecerá, y le saldrán arrugas; su semblante tomará el tinte serio de la experiencia, y su fé le reclamará un aumento para seguir en combustión. No se aflija si llegase a mermar, quedará en "piloto".
Llegará el día en que su barba, sus arrugas y su experiencia se junten, y luego su fé, sus pies cansados y sus músculos agarrotados, junto con su garganta seca y su estómago vacío, y lo insten a contestar "¿Dónde queda el local?; ¿Cuando llegará el fin?". Entonces, recuerde este volante y estas palabras, amigo: nuestra empresa no es un fín, sino un medio; usted está aquí; éste es nuestro local.