miércoles, junio 27, 2007

Revista de divulgación absurda. Nos escribe hoy el doctor Mitislav Muajejestov. Primera parte

Alguien intenta desesperadamente decirnos algo y no lo entendemos. Está ahí afuera, ¿no te das cuenta? Basta con salir un instante y prestarle un poco mas de atención a la infinidad de mensajes que desfilan delante nuestro en forma de signos y se nos escapan. Me acuerdo perfectamente una vez que caminaba apurado porque presentía que estaba llegando tarde, y mientras pasaba husmeaba sin detenerme en el interior de cada local tratando de encontrar uno de esos relojes de pared sin gracia pero con las agujas bien grandotas. No hubo caso, las cuadras se sucedían unas a otras y ninguna entregaba información de la hora. Hasta que un local me detuvo; era una gran relojería con una vidriera atestada de relojes de todos los tipos y formas, cada uno con una hora distinta. Entendí el mensaje, sonreí y comencé a caminar despacio y relajadamente.
Signos, en las caras, en la basura, en las formas, en los colectivos que se pierden por decimas de segundo, en las inscripciones de la ropa, en los caminos azarosos para llegar a un mismo punto. También puede ser que La Verdad, o El Sentido de las cosas esté en los labios de alguno de los pasajeros mudos del transporte público pero ¿quién se atrevería a romper el silencio y preguntarles? Permitanme presentarles unas historias

Caso 1 (343 cartel azul, sección 3, sube un pasajero y se dispone a hablar con otro)
Pasajero 1: (A otro pasajero) ¿Sos vos verdad?
Pasajero 2: Eh... (se permite un instante de duda ontológica y existencial acerca de sí mismo y luego responde:) sí. Sí, soy yo.
Pasajero 1: ¿Todo bién?
Pasajero 2: ¿Yo?
Pasajero 1: Indefectiblemente es a vos, sí.
Pasajero 2: Eh... (se concede un instante de introspección en busca de sintomas que justifiquen una respuesta afirmativa, o en caso contrario, que avalen una negación a la simple pregunta)
... mirá, en este momento, es decir, ahora, acá en esta silla en el colectivo estoy bien, si. Relajado y con algo de paz aunque cuando llegue a casa...
Pasajero 1: ¿Tenes casa?
Pasajero 2: Si
Pasajero 1: ¿En el sentido estrictamente físico, arquitectónico, o en el figurado más ligado a una noción sentimental-emotiva?
Pasajero 2: En el primer sentido sí, con certeza. En cuanto al segundo... ¡Dios! Estas preguntas me perturban. No acostumbro a sondearme tan profundo.
Pasajero 1: ¿Acaso no amas a tu esposa?
Pasajero 2: Si, con seguridad.
Pasajero 1: ¿A tus hijos?
Pasajero 2: No tengo.
Mujer Grotesca: ¿¡Alguien puede dejarle el asiento a una embarazada!?
Pasajero 1: ¿Entonces?
Pasajero 2: No, no es nada. Disculpeme, ya me tengo que bajar.

Se sabe que el caballero bajó del colectivo, llegó a su casa y la encontró maravillosa, besó a su mujer como la primera vez, degustó la comida como si no probara bocado en años, fueron al cuarto, hicieron el amor desesperadamente y luego se acurrucaron para dormir repletos de gozo. Tanto, que olvidaron apagar la estufa y fueron encontrados muertos por asfixia 3 días mas tarde por una vecina con Alzeimer que distraidamente entró pensando que era su casa.
Del otro hombre jamás se supo nada.
Pensemos ahora otro posible descenlace para el mismo caso:

Caso 1.2
Pasajero 1: (A otro pasajero) ¿Sos vos verdad?
Pasajero 2: ¿Eh?
Pasajero 1: Te preguntaba si eras vos.
Pasajero 2: (Se concede un instante para dudar acerca de las intenciones o motivos que llevarían al otro hombre a encararlo. Opciones: a) es un loco, b) es un chorro, c) me confunde con alguien, motivo mas que suficiente para contestarle de mala forma, d) es un homosexual y se equivocó conmigo que soy bien macho, d) es un loco, chorro, que me confunde con alguien y además seguramente, puto) ¿Qué te pasa, loco de mierda?

El caballero vuelve a la casa como todos los días, abre la puerta y maldice en vos alta el foquito quemado que nunca cambió, y que provoca que todos los días se coma el escalón que hay despues de la entrada. Besa a su mujer sin ganas, traga rapidamente la comida -tiene mucho cansancio- se levanta, insulta a su mujer por dejar la estufa tan fuerte, la apaga y se tira a domir vestido y sin lavarse los dientes como todos los días. Mañana será un nuevo día; como todos los demás.

martes, junio 26, 2007

Le Carnaval des Animaux

Míuu observa con inocencia fingida a la obeja que despierta en su cama, con algunas contunciones y pérdida de masa encefálica por dieta de ideas livianas y sin calorías. -Míuu, míuu - pronuncia con esa forma sutil de escarmiento sugestivo que lo caracteriza, y desaparece. Quizás sepa de que se trata.
La obeja se sobresalta y recorre el habitáculo con la mirada. Se pone a balar las canciones que anoche aullase y no suenan igual. Cuanta esquizofrenia, linda; cuanta esquizofrenia y ruido blanco en estereo.
¡Comienza la búsqueda del tunel de anoche!: ¿dónde está la entrada? ¿cómo fue que llegó a la cama? La boca del tunel es hallada; un pinchazo de morfina roja en el brazo. Entonces fue cierto:
La big band de elefantes berreaba en sueños al son del ululato del buho. Pócimas de sangre y vodka comprado en un viejo kabak: ¡volvimos a Rusia! Lobos guarreando en las rústicas estepas, trepando las rejas de los campos de confinación sin demasiado éxito con la agilidad vertiginosa de las balalaikas. Solo como preludio.
Luna llena, número cabalístico en el calendario; leyendas y profesías despiertan con la morfina y el vodka. El espejo estalla y las esquirlas los rodean. ¿Bailamos? Vals lobezno con ferocidad, garras que no desgarran pero invocan a los arquetipos ancestrales y salvajes al ritual reflejado en los fragmentos especulares.
El cuidador del zoo se encapucha con una cogulla descartable y les arroja una mandioca sosa. ¿Lobos vegetarianos? Con algo de magia, conjuros y también perjuros la convierten en carne y la deboran fieramente.
Consiguen mayar en el interludio; sonrisas que destilan ternura, dejan entrever colmillos afilados que no muerden.
La tormenta pretende enseñarles el destino de la hybris a las bestias. Ellas, bailan bajo la lluvia distridamente.
La luna se debilita; el hechizo comienza pronto a perder efecto. Los cueros de a poco se van convirtiendo en lanas; las garras, en pezuñas.
Las obejas amanecen confundidas ante el recuerdo de tanta irrealidad rítmica y frenética.

viernes, junio 22, 2007

Aullidos

El desertor cayó. Esta noche de luna llena y roja, habrá zarpazos, aullidos, lamidas y mordiscones. Las obejas licantrópicas se preparan para la danza; y la cacería.

jueves, junio 21, 2007

El desertor

(El esqueleto es apresado. Lo sientan, lo pegan al asiento con cola de carpintero y aguardan hasta que se seque)

-Traigan al prisionero. Responde:

¿Por qué estabas arriba?

-No lo sé.

-¿Quienes venían con vos?

-Unos atlantes

-¿Cuantos eran?

-Dos, dos.

-¿En donde paran?

-Atlántida. Quiero un poco de agua.

-No. ¿Quién está al mando?

-Míuu, imperator mundi.

-¿Cuál es tu numero de la suerte?

-Dos, dos.

-¿Con que se alimenta a las gallinas?

-Con alpiste.

-¿Con que se alimenta al hombre que cacarea?

-Con alagos. Créelo.

-¿Cuanto es el minimo común múltiplo de 34 - 89,5 y 6?

-22.

-¿Que los mantiene vivos?

-El Nesquick


(Entra otro hombre) -Se niega a coperar. Tendré que utilizar un recurso mas contundente; asociación libre de ideas: Vaticano.

-Pastel de Papas.

-Elecciones.

-Cartas a Papa Noel.

-Gobierno.

-Fauvel.

-Paz.

-Pez.

-Sociedad

-Pecera

-Pez

-Escamas, camas.

-Cultura

-Güiro, güiro.

-Desaparecidos

-Atlantes

-Vida

-Nesquick

-Muerte

-Parcela de agua

-Pánico

-Alienación

-Utopía

-Atlántida

-Alienación

-... "Habiendo dicho esto, subió a lo alto del Pastel de Papas y todos se regocijaron, menos Papas, que como premió lo cañonizó.

Y mientras muchos mueren por inanición, ellos sacrifican rebaños enteros a Dioses sin apetito.

Mas cañón para el desertor.

Y Él dijo: yo os envío como un cordero con piel de lobo entre los lobos. Pero Ellos lo notaron igual, y lo siguieron hasta la entrada.

Mas cuando ingresaron a la esclusa de la Atlántida, e hicieron saltar los goznes del portón, los atlantes habían desaparecido."

-Franccesco, Santino: llevenló al domo.

lunes, junio 18, 2007

S.O.S - O.S.O. S.O.S.O en O.J.´s

Tenga los ojos bien abiertos: llega la luz distante de ultramar. Algunos botelleros acuáticos, con sus carros tirados por hipocampos famélicos se apearán ante el fulgor; esa botella que lanzara con la súplica adentro se les escapó y desembarcó del otro lado. Alguien responde:


Estimado usuario:

Gracias por utilizar nuestros servicios. Lamentamos informarle que no podrá ser atendido momentaneamente. Por favor, intentelo mas tarde.


Que desgracia; ahora se tendrá que apuñalar el mismo. ¡Momento! Sorprendido por un refusilo de racionalidad, toma el telegrama y revisa el dorso por si hubiese algo escrito de ese otro lado: "Hola. Recibí tu mensaje. Me puso muy contenta saber de vos. ¿Que tal si hablamos? Me agradaría mucho. Hablemos de aquellos gusanos que se avergonzaban de serlo ante algunas mariposas. Hablemos de como forzaron sus alas a crecer y volaron; de como siguen volando escapando de la crisálida que los carcome por dentro y amenza con exteriorizarse como debió haber sido.
Hombre de ciudad, déjate seducir por ella. Abraza a las ninfas emplumadas del asfalto, nada junto a las nereidas tras las candilejas, encántate por el canto de las sirenas trombónicas de bronce. Lánzate hacia el vértigo lumínico y de cuerpos empedrados.
Y si el deseo persiste entonces nada. Nada una zanja, un mar, un océano. Ahoga la crisálida o amígate con ella; concédele el tiempo que se merece, y entonces, solo entonces, ven a buscarme. Los peldaños de este faro no son iguales; si no has nadado lo suficiente, crecido lo suficiente, deslarvádote lo suficiente, quizás no puedas alcanzarme."
¡Ah, carta impregnada con su aroma, consejos sabios y palabras reconfortantes! Maldita perra, tiene razón.

viernes, junio 15, 2007

Azoteada con final simil-feliz (sabor perdiz)

El dado gira sobre un tablero de ternura bordó en la cornisa de un rascacielos (aunque al cielo ya no le pica tanto). Torsos desnudos de mármol se acarician ante la vista estática de unas gárgolas obstinadas, una lechuza extraviada y unos ladrillos de carne.
Cabellos esculpidos se entrelazan en movimientos félidos, hacia el fuego; juego de ignícolas.
El cubilete cae al vacío, el dado gira en su danza iracunda y frenética. La maza y el cincel moldean a su placer en crescendo mientras los muros despiertan y laten con taquicardia.
El dado amaga con detenerse. Comienzan a llover alabardas de punzante delicia.
El dado se detiene estocado por una de las gotas y muere. Fin de juego.
La lechuza asciende cubierta con el albornoz de la escultura hembra. Su compañero se desgrana y desintegra.
Ella toma una cuña de entre el montón de escombros y la hunde en el muro histológico; bebe la sangre empetrolada que mana de la fisura hasta saciarse y sonríe. Se tiende desnuda sobre la terraza y se acurruca bajo la tormenta eléctrica.


jueves, junio 14, 2007

Epilogo de "Instrumental Apocalíptico"

... y mientras nos hundimos en la negrura del cluster, hordas de güiros nos miran con arrogancia desde la orilla.

miércoles, junio 13, 2007

Instrumental Apocalíptico

¡Ay de ustedes, apacibles oyentes casuales del tañido de la brisa en las arpas eólicas! no miren para abajo o el vértigo los colgará como gusanos en un anzuelo cobrizo y afilado. Acá los pianos sufren caries, que roen, ponen amarillentas, y hasta hacen caer algunas teclas de esa dentadura cromática. Acá, violas mueren ahorcadas con sus cuerdas, laudes perecen con sus cuellos quebrados bajo las botas de algunas arpas de hierro, calantes, batientes.Acá se practica la tala indiscriminada de fagotes de los cuales solo se conservan algunos tocones.
Acá El Oboe ya no da la verdad 440; el relativismo inunda y se filtra por todos los oídos en F.
Acá Stradivarius fue crucificado; acá los cellos tenemos el alma torcida.
Acá Manos invisibles controlan al ejército fantasmagórico de theremines atómicos: alaridos glissados escarmientan a los pobres ministriles sin voz de las cavernas subterraneas.
¡Ay de ustedes, si supieran de algunas flautas, nacidas de dulce madera y hoy, metálicas incisivas y estridentes!
¡Dejen de girarnos las clavijas! La tensión arrancó los puentes. ¡Pronto! ¡A las naves!...
...solo baquetas para remar.
Naufragos, sumidos en la densidad musical torrentosa, ahogados tragando bocanadas de notas mojadas del oleaje pentagramado.

lunes, junio 11, 2007

Vanatomía

Golpes, y más golpes en la puerta del zotano. ¿Quién golpea? El psicólogo de Zeus le habrá dicho “dejá de esconder monstruos en el Tártaro. Podría destaparse, explotar de repente, como una cloaca, como un geiser o un bidet.” Me alejo caminando y enciendo la radio al máximo; no tengo psicologo, y menos El Rayo pero por suerte si control remoto.
La suela de unas botas provoca un tintineo. Una llave entre la marea creciente de grava naranja. Una llave. ¿De donde será? ¿Qué puerta no podrá ya ser abierta, que manos quedarán esposadas, que armario será ahora inexpugnable, que cerrojo no volverá a ser copulado? Una mano sin dueño la toma del piso y la estudia. Decide quedarsela por si alguna vez encontrara algo para abrir.

Los mismos pies enfundados en esas botas de un tipo de cuero que jamas mugió, de madre industrial, entran a un bar, y se sientan en la barra. Un viejo con una copa de Brandy en la mano voltea, observa con ojos de tigre domesticado y cansado, al otro par de globos oculares negros y perfectos como bolas de pool; su boca le habla a unas orejas, y espera que otra boca le conteste.
El viejo: olvidando hoy las atrocidades bélicas, habiéndole perdido el temor, ésta generación húerfana que hipotecó el futuro para poder pagar tanto presente - y que encima les vino vacío - clama guerra.
La boca: Así parece.
El viejo: Los viejos pájaros de metal descansan, latentes en sus pajareras, como dragones de antiguas leyendas, en ronda. Se miran alternativamente, unos a otros y aguardan el llamado.
La boca: (tras beber de una copa, ayudada por las mismas manos que tomaron la llave de la grava) Tal vez. Habrá quien los alimente de alpiste, lombrices, o presas metálicas.
El viejo: (bebiendo un sorbo, a su vez) ¡La sistematización de lo pútrido, y su naturalidad adquirida! Masas cancerígenas propagando la salvación con una Ptersicore de barata electrónica, una Euterpe minúscula y plástica, una Venus virtual y un Hermes ineficiente en fundas en cinturones, en bolsos y carteras. La mecha está encendida. ¡Pero que mecha larga!
La boca: Ahá.
El viejo: ¡Remoción violenta de los miembros gangrenados! Si, aunque haya que amputar cabezas en la guillotina, si se han podrido.
La boca: ¿Y Ella? ¿Qué hay detrás de Ella?
El viejo: ¿Ella? ¡Qué no hay detrás de un pronombre!
(Alguien toma el control del equipo de música y lo enciende. Jazz)
¡Jazz! En medio de Babilonia suena el jazz. Un piano y una trompeta con sordina declaran con júbilo que las terceras menores y mayores pueden coexistir en un acorde.
La boca: Pero sufren.
El viejo: Pero gozan.
(Silencio)
La boca: ¡Salud, viejo! Por la tierra despechada y de himen quebrado. ¡Que despierte!¡Que empiece la aniquilación!

martes, junio 05, 2007

Renacimiento

Campamentos bajo campanarios arcaicos, torres de piedras erigidas cuidadosamente, cubiertas de musgo y hiedra, plumas y tiempo... impresiones retinales poco nítidas, imagenes borrosas -vitreaux- tras el oscurantismo de la vida que está por morir, para renacer. Fulgor violaceo y luces fijas, como una pista de aterrisaje, entre los árboles; brisa fresca, pulpa nocturna. La irrealidad comienza a condensarse formando rocío y niebla.
Punzadas en todo el cuerpo. Todo está por acabar, por comenzar. Calla ya.
Grillos humanos trinando y corriendo en derredor. Campo de guerra, personas como espermatozoides moviendose en lo oscuro, buscándola.
Aún suenan leyendas de monjes antiguos, posibles apariciones encapuchadas al acecho, custodiando el libro de la vida o de la muerte. Pero el cuerpo... responde; el alumbramiento es inminente, la conciencia se despereza en la vispera.
El sujeto toma el contol; su cuerpo obedece, no sin un placentero cosquilleo, y un brioso palpitar. Los barbaros siguen en sus persecuciones espermales. Caos. Beldent.
Destellos fugaces; una figura emerge; una cabellera. ¡La Natalidad! Se mueve como un ciego buscando a tientas los colores: encuentro a pesar de la negrura. Visiones, irrealidad, y por fin, la vida. Futuro sellado con un beso, de labios virgenes y relajados, el suave entrechocar de dientes amables, y un dios que muestra su rostro y jamás volverá...
Shock eterno, la nueva vida respira dentro del sujeto y solloza; el lo ignora, mientras despierta, mientras sus ojos se esfuerzan por abrirse y hacer foco.
Ella se irá.

Los hombres se agrupan; combate contra la anarquía, primeros intentos de orden. Consiguen fuego, y luz; y mas orden. Caos se repliega.
Postimagenes con su cara, cuerpo tierno sensibilizado ante lo nuevo, coctel de sensaciones y el desgarro natal.

domingo, junio 03, 2007

Té con Genghis Khan

-Che, ¿con azucar?
-Si, por favor
-¿Dos o tres?
-Tres, por favor.
-¿Querés que vayamos a bucar unos bizcochos de aca de los chinos?
-Mmmm